El Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz es una fecha que se celebra el 6 de abril de cada año, con el objetivo de promover el deporte y la actividad física como herramientas para el desarrollo sostenible, la salud, la educación, la inclusión social y la igualdad de género. Esta celebración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013, reconociendo el papel fundamental del deporte en la sociedad y su potencial para mejorar la vida de las personas en todo el mundo.
Escrito por Fernando Figueroa
La práctica del deporte tiene una serie de impactos positivos en la salud de las personas, tanto física como mental. Según la Organización Mundial de la Salud, el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad. La práctica regular de actividades físicas puede prevenir y tratar estas enfermedades, mejorar la salud cardiovascular y respiratoria, reducir el estrés y la ansiedad, y aumentar la calidad de vida en general.


Además, el deporte es un importante medio de integración social y de promoción de la igualdad de género. A través del deporte, se pueden fomentar valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la cooperación, y se pueden superar barreras culturales, étnicas y sociales. Además, el deporte puede ser una herramienta poderosa para la igualdad de género, ya que puede ayudar a romper estereotipos y promover la participación de las mujeres y las niñas en igualdad de condiciones.


El deporte también puede contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En particular, el deporte puede apoyar la consecución de los objetivos relacionados con la salud y el bienestar, la educación de calidad, la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, la paz, la justicia y la institucionalidad sólida. Además, el deporte puede ser una herramienta para la sensibilización y la movilización social en torno a temas como el cambio climático, la sostenibilidad y la responsabilidad social.


En definitiva, el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, es una oportunidad para reflexionar sobre el papel del deporte en la sociedad y para promover su práctica como herramienta para el desarrollo sostenible. Es importante que las personas y las comunidades tengan acceso a instalaciones deportivas adecuadas, programas de formación y entrenamiento, y que se promueva la participación de todas las personas, independientemente de su género, edad, origen étnico o condición física. Solo de esta manera podremos aprovechar todo el potencial del deporte para mejorar la salud, la integración y la igualdad de género, y para construir un mundo más sostenible y equitativo.


El Centro San Isidro, líder de la promoción de la igualdad de género e inclusión a través del deporte en Bolivia
El Centro San Isidro es un referente social en Bolivia por aplicar metodologías innovadoras y de impacto a través del deporte y la cultura, permitiendo que niñas, niños, adolescentes y jóvenes -mujeres y hombres-, ejerzan sus derechos, participen y decidan frente a aquellos temas que les afectan como la falta de espacios de participación política y social; falta de oportunidades económicas y laborales; violencia en razón de género e identidad; crisis climática y desarrollo sostenible; entre otros.


En zonas carenciadas, el deporte es un fuerte factor de articulación y cohesión social, que permite generar identidad y mejorar la autoestima colectiva. Es por esta razón, que el Centro San Isidro es reconocido, entre otras cosas, como la organización pionera en Bolivia en trabajar incansablemente la igualdad de género, inclusión social y prevención de la violencia a través del deporte, logrando cambios significativos en la vida de miles de niñas, niños, adolescentes y jóvenes del área rural y urbana del país.