Gary Daher es un creador. Su pasión por la poesía proviene de su padre, quien era un gran declamador y coleccionaba los poemas que más le apasionaban en una carpeta, especialmente los de Rubén Darío y otros. El primer poema que conoció en su vida fue el maravilloso poema “Carretero del Palmar” del poeta beniano Horacio Rivero Egüez.
Sin duda, las obras literarias que más lo han conmovido (él no las llamaría influencias, eso es lo que dirían los críticos, si les apetece) son la Divina Comedia de Dante Alighieri, la obra poética de Jorge Luis Borges, el libro Voces de Antonio Porchia, las obras completas de Franz Kafka y los Cantos de Ezra Pound, por nombrar algunos.
Comenta que la poesía ha tenido una gran importancia en la cultura boliviana en cuanto a los lectores que, aunque escasos, han sido intensos, por lo que se han publicado revistas específicas, y la poesía ha ocupado un lugar destacado en las principales revistas culturales.
En los últimos años, esta importancia se ha mantenido y ha desempeñado un papel clave en las instituciones culturales. Sin embargo, el Estado y los gobiernos en sus tres instancias -nacional, departamental y municipal-, de acuerdo al poeta Gary Daher, no participan con un apoyo adecuado, no solo para la poesía, sino para las artes en general, siendo la excepción en este caso, la gestión liderada por la escritora Sarah Mansilla como Secretaria Municipal de Cultura. Actualmente, a pesar de este apoyo limitado, las iniciativas civiles basadas en talleres han permitido el crecimiento del movimiento poético, como podemos ver en Santa Cruz de la Sierra.
La visibilidad limitada de los poetas bolivianos en el extranjero llevó a Gary Daher y Gabriel Chávez Casazola a crear un encuentro, no un festival, que permitiera a los poetas del extranjero y a los poetas de Santa Cruz reunirse e intercambiar puntos de vista e historias. Esto ha permitido que muchos poetas, especialmente de Santa Cruz, sean invitados a festivales extranjeros, promoviendo la difusión de la poesía boliviana. La experiencia ha sido sin duda exitosa.
Diez años de encuentros han dado sus frutos, y no solo el festival ya ha ganado una merecida reputación en el mundo de la poesía en español, sino que la poesía boliviana está siendo conocida, incluyendo los clásicos bolivianos.
Un punto importante que menciona Gary es que los mayores desafíos siempre tienen que ver con los recursos económicos; sin embargo, gracias al prestigio alcanzado, los poetas extranjeros ahora pagan por sus propios viajes. En cuanto a la selección de los poetas participantes, uno de los principales criterios es que los poetas no pueden repetirse, es decir, volver al festival. Esto los obliga a renovarse. Cada reunión tiene un criterio que los une. Por ejemplo, si una reunión se basó en poetas nacidos entre París ’68 y la caída del Muro de Berlín o cuando queríamos reunir solo a poetas mujeres. Este año, la premisa era traer un poeta de cada país de América Latina. Aunque no logramos traer poetas de todos los países, 15 países, más Bolivia, tendrán un representante por país.
Espera que el impacto del Décimo Festival Internacional de Poesía Ciudad de los Anillos esté relacionado con el conocimiento directo de lo que está sucediendo en la poesía latinoamericana actual, intercambiando con poetas que están fuertemente presentes y conocidos en sus países.
En cuanto a proyectos futuros, Gary tiene en mente la creación de una editorial que publique poesía boliviana y la organización de talleres de creación poética en escuelas y universidades. Además, también planea crear una biblioteca de poesía para que los interesados puedan acceder a una amplia selección de poesía boliviana y de otros países de habla hispana.
El poeta cree que la poesía puede contribuir al diálogo intercultural y a la construcción de una sociedad más justa y equitativa al cuestionar las normas y valores establecidos, al poner en evidencia las desigualdades y al fomentar la empatía y la comprensión hacia las experiencias y perspectivas de otros. La poesía, al ser un medio de expresión artística y literaria, puede llegar a un público amplio y generar reflexiones y cambios en la sociedad.
Desde los almenares
No se presiente el mar y su estruendoso oleaje allende las lejanías del Portugal.
El mar se extiende ya lo sé más allá de toda mirada
y luego el orbe
que se reparte dañoso con su rumor de cerdos y maquinaria incesante.
Hay ministerios.
Hay escondrijos.
Hay interminables hechos económicos y comerciales.
Y una luna de Luna Park en Coney Island donde se golpean los hombres
entre la euforia de sus vecinos
que luego beben sin parar
copas insaciables de alcohol
para comentar la pelea en los infinitos bares urbanos.
Y la sangre de la otra parte
en Siria
en África
en también algún oscuro callejón de las hacinadas urbes
sangre de niños
sangre de expatriados
sangre de desorientados
sangre sorprendida
sangre de gente cercenada de destino.
Y los militares
sin importar de qué ejército
de qué ideología
rojo verde o amarillo
con sus armas y sus botas
la muerte es un destino dicen
al son de ritmos timbaleros.
Pero no esta muerte
ignominiosa muerte
repite murmurando un hombre que pide limosna a la salida de la catedral
porque allí acude una muchedumbre
los domingos de ramos
para ocultar la violencia
que brota en ellos mismos
a la vuelta de cada esquina
deme una moneda por amor de dios
y así algunos compran su consciencia
dormida por los ecos de la pornografía
que inunda los medios, las calles, los sueños
un viento que no cesa y se mete entre los calzones del mundo
como quien arranca las rosas
y no le importa nada.
Aquí
desde los almenares
el horno de los días
pero ya vendrá la noche
con su luna sigilosa
y el silencio cerval
de las calles de Ávila
bálsamo poético
que produce las piedras
y baña
aliviando los pechos
como si se pudiese el olvido.
Daher, G. (2018). Muralla Iluminada. La Santa y la Cruz, 89-90. La Paz: Plural editores.


Fotos sacadas del muro de Gary Daher.


Fotos sacadas del muro de Gary Daher.