La pandemia ha generado la paralización de las economías en muchos países del mundo, y ha paralizado los bolsillos de muchas familias que viven del día, imposibilitándolas de un alimento diario de acuerdo a sus necesidades.
En esa situación, cientos de personas han decidido organizarse en distintos puntos de los barrios cruceños con el fin de paliar esta evidente necesidad. Ante ello, se han creado las denominadas “Ollas Comunes”, las cuales funcionan de manera colaborativa, logrando satisfacer la necesidad del consumo de alimentos de miles de familias.
Un caso concreto es en la zona del Plan 3000, en el Barrio San Isidro, donde vecinas y vecinos de diferentes calles, deciden colaborarse mutuamente a través de la organización de ollas comunes, Son 4 lugares donde se han establecido estas iniciativas ciudadanas colaborativas, donde se puede evidenciar la dinámica responsable de las personas que hacen y las que reciben el alimento, desde la distancia, no hay menores en las filas, todas llevan barbijo, en fin.
“Todo se va sumando, hay vecinos que dejan algunos víveres, y poco a poco logramos tener los insumos para cocinar, no es suficiente, pero tratamos de hacer alcanzar”. Menciona María del Carmen Raldes Novay, Una de las responsables de una olla del barrio de la Calle #1.
Así mismo María del Carmen indica que las ollas comunes han permitido conocer mejor a sus vecinos que necesitan, poniéndose en su lugar y logrando la empatía, de esa manera colaborar.
Por otro lado está la junta de vecinos, que en coordinación con otras instituciones del barrio (Centro San Isidro, Club de Mujeres), hace las diferentes gestiones para canalizar algunos insumos de alimentos, estos van distribuidos a los vecinos con mayor necesidad y para fortalecer las “Ollas Comunes”.
“El hambre está golpeando a las familias, más aun aquellas que no tienen ingresos. Al ver esta necesidad, mucha gente se ha unido y ha permitido tomar acciones de organización, a su vez fortalecernos como junta vecinal apoyando a paliar las necesidades de los vecinos, aunque nunca será suficiente”. Indica la dirigente del barrio, Rosario Soveida Ferrufino Romero.
A su vez la dirigente complementa que como junta vecinal, han aprendido a hacer un plan de contingencia ante la crisis.
Un cálculo hecho en las 4 “Ollas Comunes” muestra que el esfuerzo beneficia al menos a 850 personas del Barrio San Isidro.
Evidentemente muchas zonas de los distintos municipios de Bolivia están sensibles ante esta situación de pandemia, más crisis económica. Sin embargo, múltiples instituciones, empresas y personas, están colaborando poniendo su grano de arena a través de productos y recursos a distintas familias, muchas lo han hecho de manera particular, otras a través de instituciones públicas como el caso de la Gobernación y así sucesivamente.
Nota. Si quiere colaborar con esta dinámica social, puede contactarse con: 75262388 Rosario Ferrufino, o al mail. jpsejas1@gmail.com
Eliane Algarañaz (Gobernación), juntamente con Teófilo flores (Dirigente vecinal), entregando víveres a familias con mayor necesidad del Barrio. Nota. Los víveres son donados por empresas.








Periodista Virtual. Juan Pablo Sejas jpsejas1@gamil.com