Oscar Leaño, reconocido director teatral boliviano, es una figura multifacética que está dejando una huella imborrable en el ámbito cultural de Santa Cruz. Con una formación académica diversa en Ingeniería Civil, Artes Escénicas, Filología en francés y Filología Hispánica, Leaño ha demostrado su pasión por el aprendizaje continuo y su voluntad de explorar diferentes disciplinas. A lo largo de su carrera, ha destacado en todas estas áreas, convirtiéndose en un ejemplo de versatilidad y felicidad en el ámbito artístico.
La fundación del grupo Vértigo Teatro es uno de los hitos más importantes en la carrera de Leaño. Inspirado por su experiencia en la Escuela Nacional de Teatro, donde forjó fuertes lazos con sus compañeros, decidió crear un espacio de creación artística que contribuirá al desarrollo cultural de Santa Cruz y acercara el teatro a los ciudadanos menos privilegiados. Su visión fue la de establecer un grupo con una estructura cooperativa, que fomentara el trabajo humano y generara propuestas teatrales que estimularan la discusión, el debate y la reflexión colectiva.
La integración de los aspectos sociales en las producciones teatrales le es una causa que comienza con la comprensión de los procesos políticos y los problemas sociales vigentes. A través de una investigación exhaustiva, define la estrategia para la elaboración de la dramaturgia, establece su público objetivo y el lenguaje que utilizará para transmitir sus ideas.
Su objetivo es cuestionar aquellos comportamientos de la sociedad que obstaculizan el progreso, utilizando el teatro como una herramienta de transformación social y no solo como un espacio de entretenimiento.
El director de teatro expresa su preocupación por el estado actual de la humanidad y la falta de atención a las advertencias científicas sobre el futuro. Para él, el arte tiene el poder de mostrar tanto las problemáticas existentes como los caminos para remediar o, al menos, reducir las consecuencias de los desaciertos políticos, sociales y ambientales. Considera que el teatro puede ayudarnos a retomar comportamientos fundamentales, como la construcción colectiva, el respeto y la capacidad de diálogo, y ve en la creación teatral un espacio de resistencia.
Uno de los temas que le preocupa especialmente es la degradación del concepto de interés común y la comprensión de la identidad como un elemento sustancial de la sociedad. Estos temas podrían influir en sus próximos proyectos teatrales, donde explorará investigaciones en torno a ellos.
Menciona que el papel del teatro en la sociedad actual es un tema fundamental. Considera que el teatro no es solo un espejo de la realidad, sino un martillo para darle forma, y es a partir del arte que debemos reflexionar con el fin de redireccionar el timón que mueve nuestro país y el mundo.
En cuanto al diálogo intercultural y la comprensión mutua, Leaño no tiene dudas sobre el poder del teatro. Además del teatro convencional, destaca otras formas de teatro, como el Teatro Espontáneo o Playback Theatre, que cumplen un papel social directo al promover el diálogo, la comprensión y la empatía entre diferentes voces en la sociedad. A lo largo de sus más de quince años de experiencia en esta técnica, ha sido testigo de cómo el teatro puede contribuir a una articulación diferente de las sociedades y servir a la comunidad a través de la expresión corporal y vocal.
Sobre el Festival Internacional de Teatro
El reciente Festival Internacional de Teatro Santa Cruz, ha sido un evento destacado en la comunidad teatral. Su visión al momento de trabajar en este festival fue abordar la profunda crisis que enfrentaba el movimiento escénico de la ciudad. Los grupos de teatro sufrieron duramente durante la pandemia, y muchos artistas se encontraron en una situación económica precaria que limitaba su capacidad de producir nuevos proyectos. Además, los espacios teatrales de la ciudad necesitan mejoras significativas.
Con el objetivo de impulsar la creación escénica y mejorar las condiciones de trabajo de los artistas, el Directorio de APAC aceptó la creación de tres fondos concursables con un total de cinco premios. El “Fondo Concursable Resurgir”, que apuntó a apoyar a dos de las 13 propuestas enviadas por grupos consolidados de la ciudad, que planteaban la puesta en escena de una obra de teatro elaborada desde el texto hasta el montaje que se estrenaría durante el Festival. El “Fondo Concursable Germinar” apoyó a un grupo recientemente egresado de la Escuela Nacional de Teatro con el remontaje de su proyecto de grado para ser parte de la programación del Festival. Y se creó el “Fondo Concursable Semilla” el cual premió a dos de los catorce dramaturgos jóvenes cruceños que presentaron sus textos, con un monto de dinero que les permitió realizar una lectura dramatizada que fue parte de las actividades paralelas del Festival.
Sobre sus planes
Como director, Leaño busca encontrar un equilibrio entre la estética y el contenido social en sus obras. Sin embargo, en un país con recursos limitados como Bolivia, la estética a menudo queda relegada a un segundo plano, debido a la falta de recursos y a la carga de ideas y preguntas que prevalecen en el proceso creativo, sin embargo, recalca que su enfoque va más allá de lo estético, destacando la importancia de cuestionar y transformar los comportamientos que obstaculicen la dinámica social.
En cuanto a los planes futuros del grupo Vértigo Teatro, menciona que seguirán navegando en el mar de la incertidumbre boliviana, donde las políticas culturales no son una prioridad. Su objetivo no es pretencioso, simplemente busca que algunos puedan reconocer que como seres humanos poseemos un gran potencial y no debemos limitarnos a estereotipos obsoletos. Su deseo es vivir intensamente el presente, ya que es lo único que realmente tenemos.
Con el firme propósito de continuar navegando en el escenario de la incertidumbre boliviana, el grupo Vértigo Teatro se prepara para enfrentar nuevos desafíos y dejar su huella en el ámbito teatral. Con la visión de su director, Oscar Leaño, de construir espacios de discusión, debate y reflexión colectiva, el grupo se ha convertido en una herramienta de transformación social, utilizando el teatro como medio para cuestionar los comportamientos que limitan nuestra evolución como sociedad.







